Argentina: La lucha por la tierra y la soberanía alimentaria del Movimiento Nacional Campesino Indígena




Mariátegui
12/03/11

Diego Montón es miembro de la Secretaría Operativa del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) de Argentina. En Quito, Ecuador, Mariátegui. La revista de las ideas conversó con él sobre la historia de su organización y la actual situación del campesino y la tierra en la Argentina.


- ¿Cómo se organiza el MNCI?

- Hace más de 10 años varios movimientos provinciales con historia de lucha en nuestro país comenzamos a articular, fortalecer nuestras luchas y poder ver cómo podríamos construir un movimiento nacional, consolidamos una escuela conjunta y en el 2003 nos conformamos como Movimiento Nacional Campesino Indígena, se fueron sumando organizaciones y empezamos un proceso que culminó el año pasado con nuestro 1er Congreso Nacional en el cual más de mil 400 delegados /as ratificamos todo el acumulado de esta experiencia, con documentos de posición en cuanto al socialismo, la soberanía alimentaria, la reforma agraria y ratificamos nuestra estructura orgánica, hoy tenemos presencia en 10 provincias de la Argentina.

- ¿Cuáles son los principales ejes de lucha?

- Nuestro movimiento tiene como banderas de lucha histórica: la reforma agraria y la soberanía alimentaria, entendiendo que no seguirá siendo posible la vida en este planeta, si desaparece la agricultura campesina y la agricultura indígena.

Y es por eso que desde ahí, hemos ido construyendo nuestra ideología y nuestra política. Sabemos que en el marco del capitalismo no puede desarrollarse la vida campesina y que incluso está en riesgo nuestro planeta.

Por eso, nuestro plan de acción tiene que ver con identificar cuales son nuestros principales enemigos. Desde ahí las transnacionales han sido y son las que quieren apropiarse de nuestros bienes naturales, de nuestra tierra, del agua. Y por lo tanto, nuestro plan de acción está basado en la resistencia de los territorios.

Es decir, evitar los desalojos de las familias campesinas, fortalecer la organización comunitaria, la producción colectiva y por sobre todo, luchar contra las transnacionales, que son los agentes del imperialismo que intentan desaparecer la vida campesina.

- En Argentina ha subido el precio de la carne porque las tierras que estaban destinadas al alimento del ganado ahora se utilizan para la siembra de transgénicos. ¿Cuál es la posición de ustedes?

- Sí, en la Argentina hemos venido viviendo diferentes procesos que han ido concentrando la tierra y la producción en pocas manos. Sufrimos la Campaña del Desierto que eliminó a gran parte de los pueblos originarios, luego la Revolución Verde que de alguna manera hizo que muchos pequeños productores y campesinos
sean expulsados de la tierra.

Y por último, el ingreso del capital financiero a través principalmente de la soya transgénica pero también a través del modelo financiero. Es decir de la relación de la agricultura con la Bolsa de Valores.

Eso ha generado que como esa soya se vende al mercado exterior tiene una elevada rentabilidad y por lo tanto muchos empresarios están volcándose a siembra de soya por consecuencia disminuye la producción de carne, de trigo y sube el precio de los alimentos en el mercado interno.

A su vez han intentado ampliar la frontera agropecuaria, es decir, quieren poner más soya. Por lo tanto, empiezan a avanzar sobre los territorios campesinos, han avanzado con paramilitares, han deforestado bosques nativos, millones de hectáreas de bosques que son el pulmón de nuestra biodiversidad, han sido arrasados para sembrar soya.

De ahí ese proceso hemos ido logrando revertirlo gracias a las luchas por los territorios de las comunidades organizadas y a la movilización y alianzas con otros sectores. Hoy en Argentina esa oligarquía está organizada en lo que se llama la Mesa de Enlace que nuclea a las organizaciones empresariales, que impulsan el modelo de la soya y no piensan detenerse hasta que su ganancia sea extrema

- ¿Cómo analizan la reforma que hizo el gobierno de Cristina Kirchner sobre el aumento del impuesto a las exportaciones de soya?

- Cuando el gobierno tomó esa medida, nuestro movimiento apoyó críticamente. Entendíamos que era una medida necesaria porque al aumentar las retenciones, es decir al aumentar el impuesto para exportar, hace que algunos productores se vuelquen a producir alimentos como el trigo, la carne. Entonces, eso hace que no aumente el precio de estos productos en el mercado interno. Esta medida ha sido necesaria pero no es suficiente y lo que hemos venido trabajando es que el gobierno necesita generar políticas públicas para la soberanía alimentaria.

Y en ese sentido se generó una Secretaría de Agricultura Familiar y hoy el Ministerio de Agricutura está impulsando con mucha fuerza la producción campesina, aunque falta mucho todavía porque en Argentina el 95% del presupuesto del Ministerio de Agricultura va al agronegocio y sólo el 5% va a la agricultura campesina.

En cuanto al conflicto en concreto nuestro movimiento respaldó de alguna manera a la política de las retenciones porque era un freno al avance del agronegocio.

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